Acá incluimos dificultades en enfocar nuestra energía en lo que queremos hacer, ya sea trabajo, estudios, hobbies, etc. Esto además de afectarnos laboral y académicamente, puede hacer que descuidemos aspectos importantes de nuestro proyecto vital.

Por ejemplo, a veces nos cuesta concentrarnos y lidiar con las distracciones; perdemos mucho tiempo postergando las cosas y las terminamos haciendo a última hora y bajo mucho estrés; nos cuesta organizar nuestras actividades; no hemos desarrollado hábitos u horarios de trabajo; nos cuesta encontrar el tiempo para hacer lo que queremos hacer; nos demoramos mucho en hacer algunas cosas y pensamos que hay formas más eficientes de trabajar; etc.

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