Este tipo de dificultad se refiere a cuando hacemos cosas en nuestro propio perjuicio, o en contra de nuestros objetivos, a pesar de no quererlo. En suma, cuando por acto u omisión, nos perjudicamos a nosotros mismos, o volvemos a tropezarnos con la misma piedra una y otra vez. 

El autosabotaje puede darse de muchísimas formas. Acá presentamos algunos ejemplos: quiero conseguir un trabajo y digo cosas sutiles en contra de la institución; quiero conquistar una pareja y termino mostrando mi peor cara; deseo estabilizar mi diabetes y no me tomo mis medicamentos; vuelvo a elegir una pareja con las mismas características que me hicieron infeliz de la anterior; decido andar en bicicleta y no lo hago nunca; empiezo un programa de alimentación saludable pero compro hamburguesas y papas fritas de almuerzo; etc.

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